Triple P es una de las metodologías más efectivas en el mundo para trabajar con padres, madres y cuidadores, una de las pocas que se basan en evidencia obtenida de permanentes investigaciones científicas.
Está diseñando para brindar a los padres las habilidades necesarias para criar niños y adolescentes saludables, seguros de sí mismos y para construir relaciones familiares más sólidas.
Entrega a los padres estrategias claras y simples que pueden adaptar a su realidad familiar, sus creencias y necesidades. Un rasgo clave de Triple P, es que no entrega las mismas soluciones para todos. Es una metodología que tiene niveles progresivos de apoyo para satisfacer las necesidades de cada familia. Se entrega a los padres sólo la cantidad justa de ayuda que necesitan.
El programa apunta a: mejorar el conocimiento, las habilidades, la confianza, la autosuficiencia y los recursos de los padres para promover entornos positivos, seguros, interesantes y fortalecedores del aprendizaje de habilidades sociales, lingüísticas, emocionales, cognitivas y de autonomía de los niños por medio de prácticas parentales positivas.
El método educativo que se utiliza en los programas Triple P para promover la competencia parental, considera el desarrollo de la capacidad de los padres para autorregularse como una habilidad principal. La regulación implica la modulación del pensamiento, de las emociones y de las acciones dirigidas hacia un objetivo. Desde una perspectiva terapéutica, la autorregulación es un proceso por medio del cual se enseña a los padres habilidades que les permitan modificar su propia conducta.
Estas habilidades incluyen seleccionar medios apropiados de desarrollo para sus hijos, monitorear su conducta y la de sus hijos, elegir un método o estrategia para resolver un problema particular, implementar la solución y automonitorear su implementación. A su vez los padres deben intentar promover las habilidades de autorregulación en los niños.
El objetivo de Triple P es aumentar la competencia y confianza de los padres en la crianza de los niños a través de:
Aumentar las capacidades de los padres para promover las habilidades sociales, emocionales y cognitivas de niños y niñas.
Reducir el uso de métodos coercitivos y punitivos de disciplina por parte de los padres.
Mejorar la comunicación de los padres sobre temas de crianza.
Reducir el estrés de los padres relacionado con la crianza de los hijos.
Los padres reciben consejos específicos relativos al desarrollo y al manejo de los niños para optimizar su desarrollo. Se enseñan estrategias basadas en cinco principios básicos:
Proporcionar un entorno seguro y estimulante.
Proporcionar un entorno positivo para el aprendizaje.
Utilizar la disciplina asertiva.
Tener expectativas realistas.
Cuidarse a sí mismo como padre o madre.
Se enseñan 17 estrategias a los padres que les permite:
Promover una buena relación con sus hijos.
Estimular la buena conducta.
Enseñar nuevas habilidades y conductas.
Aplicar una disciplina asertiva.
Las estrategias se enseñan a través del modelamiento, repetición y utilizando el método de la autorregulación.
Triple P tiene más de 40 años de trayectoria y esta siendo utilizado en más de 25 países en el mundo.
El Dr. Russell Barkley lo recomienda cómo una de las intervenciones efectivas para entrenar padres y madres de niños con Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad.
María Elena Huamán
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Referencia Bibliográfica:
Turner, K.; Markie-Dadds, C.; y Sanders, M. (2014). Manual del Facilitador para Triple P Grupal. Triple P International Pty Ltd. Australia.
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