TDAH y pantallas: aprende cómo crear hábitos digitales saludables para tu hijo, minimizando los efectos negativos y potenciando su atención y autocontrol.
¿Cómo sacar provecho a la tecnología en el TDAH?
El uso de pantallas en el TDAH son un arma de doble filo. Algunos padres refieren que usar pantallas conduce a peleas, depresión, irritabilidad y muchos conflictos con los hermanos, mientras que otros padres refieren que es un salvavidas, porque permite que sus hijos se relacionen con otros chicos, se relajan y aprenden.
Hoy en día, las pantallas son inevitables, así que la pregunta no es si tu hijo las debe usar o no, sino cómo podemos aprovecharlas al máximo.
Un punto importante es reconocer los medios digitales como un recurso para el aprendizaje y el juego social. Los niños necesitan canalizar su energía, y es posible que los medios digitales puedan brindar también esa oportunidad de relacionarse y de hacer ejercicio.
¿Cómo podemos lograr esto?
Utilicemos los medios para alimentar la curiosidad natural de los chicos. Podemos dirigirlos hacia plataformas que ofrezcan aprendizajes interactivos, juegos de estrategia, de construcción, que trabajen las funciones ejecutivas como la memoria, la atención, la planificación, organización, la flexibilidad mental.
También pueden utilizar plataformas que fomenten la actividad física donde bailan, hacen ejercicio, yoga, entre otros.
Otro tipo de plataformas también ofrecen ampliar sus conocimientos o sus habilidades, ya sea en el arte, en el idioma, en habilidades culinarias.
Puede utilizar también algunas aplicaciones para crear recuerdos familiares, por ejemplo bailando en TiKTok.
Es importante examinar los medios de comunicación de tu hijo con cuidado. La idea es que estés atento al contenido digital que ve tu hijo.
En niños que tienen dificultades con las funciones ejecutivas, es preciso evitar contenido que prolonga la participación del niño, es decir, esos espacios donde suele haber reproducciones automáticas con cuenta regresiva, o juegos que usan recompensas y mantienen a los niños mirando por periodos prolongados o los emocionan tanto para quedarse enganchados y alcanzar el siguiente nivel. Este tipo de juegos y plataformas dificultan el desarrollo del autocontrol y el manejo de sus emociones.
Investigaciones han demostrado que menos del 3% de niños con TDAH desarrollan adicciones a los videojuegos. La mayoría de niños con TDAH que están de mal humor o irritables después de jugar no tienen una adicción a los juegos. Su irritabilidad generalmente se debe a que son competitivos y se frustran cuando pierden o porque no pueden terminar lo que empezaron o no alcanzaron el nivel que querían.
Las pantallas cumplen una función hoy en la actualidad, muchas veces ayudan a los padres a trabajar desde casa al mantener a los niños ocupados.
Si sus hijos pasan tiempo jugando Minecraft, está bien, no te preocupes. Para muchos niños con TDAH, jugar videojuegos alivia el estrés. Algunas investigaciones muestran un vínculo positivo entre los videojuegos y la mejora de las relaciones con sus compañeros.
Definitivamente, hay que tener claro que nada reemplaza la interacción en persona, pero los juegos en red con los amigos, el chat de video y las redes sociales pueden ayudar a evitar los sentimientos de soledad, fortalecer las amistades y conectarlos con sus seres queridos.
Para un pequeño porcentaje de niños, demasiado tiempo en línea interfiere con la regulación emocional y el desarrollo de habilidades sociales. La idea es que estés atento. Si tu hijo interactúa con la familia, se mantiene al día con sus tareas escolares, duerme bien, come bien y hace ejercicio, es probable que no esté en ese grupo.
En lugar de limitar las pantallas a un cierto número de horas, intercala espacios donde realice actividades no relacionadas con las pantallas, como por ejemplo, salir a pasear con la mascota, jugar juntos un juego de cartas o de mesa, ver un video divertido, hacer una pelea de almohadas, preparar un postre, leer un cuento, etc. Una clave para competir con las pantallas es brindarle a tu hijo toda tu atención durante una hora todos los días.
María Elena Huamán
Commenti