top of page
Foto del escritorMalena Padres Positivos

Memoria de trabajo y TDAH

Los niños con TDAH tienen una gran dificultad con la memoria de trabajo. Esta memoria, también llamada memoria operativa es la capacidad que nos permite mantener en mente la información necesaria para realizar una tarea mientras la estamos ejecutando.


Memoria de trabajo y TDAH

Es una memoria de corto plazo que tiene una capacidad limitada, en ella se puede almacenar entre 4 a 7 elementos.  Pero no solo almacena información sino que la manipula y la transforma.  Su contenido se actualiza permanentemente, y está modulada por la corteza prefrontal dorsolateral.

 

Utilizamos la memoria de trabajo en todo tipo de tareas, por ejemplo, para mantener una conversación, para comprender una lectura, para preparar una receta, para recordar un numero de teléfono, para tomar apuntes de una clase o cuando hacemos cálculos mentales en el supermercado para ver si el dinero que tenemos alcanza para comprar lo que necesitamos.

 

La definición más simple de memoria de trabajo es recordar qué hacer.  Funciona como el GPS de un automóvil, el GPS nos indica dónde estamos y a dónde nos dirigimos, la memoria de trabajo hace lo mismo, usa imágenes y palabras que se mantienen en nuestra mente para dirigir nuestro comportamiento hacia una meta o hacia el futuro en general.

 

Los chicos con TDAH parecen menos capaces de recordar tales imágenes y  palabras para tenerlas en cuenta mientras trabajan, y si aparece alguna distracción, se borra la poca memoria de trabajo que tienen. Sin esta memoria el niño va sin rumbo fijo, haciendo lo que le parezca divertido en ese momento.


Esta debilidad en la memoria de trabajo nos ha enseñado algo realmente importante sobre el TDAH: que es un trastorno del desempeño y no de conocimiento.

 

En la mayoría de los casos, los chicos con TDAH saben lo que tienen que hacer pero no pueden usar ese conocimiento para guiar y controlar su comportamiento en situaciones específicas en las que hacerlo marcaría una gran diferencia positiva en el resultado.

 

Por ejemplo, un niño de siete años, que se va a la cama sin lavarse los dientes, no puede recordar que se lo has repetido muchas veces, y termina siendo regañado por ti, porque no puede convertir esa retrospectiva en previsión para evitar que esto pase una y otra vez.  

Tu hijo no carece de inteligencia, no tienen ningún problema en conocimiento.  El problema está en que este conocimiento no se refleja en su comportamiento, esto hace que te enojes más con él, porque sabes que es inteligente,  que sabe lo que tiene hacer y no lo hace.  Entonces atribuyes su comportamiento a falta de voluntad, y no es un problema de voluntad.

 

Recuerda el comportamiento de tu hijo no es una cuestión de "no quiero" sino de "no puedo".  Tu hijo no actúa así porque le da la gana, sino porque tiene un problema con la memoria de trabajo y el control de impulsos.  Recordar esto te ayudará a promover una relación positiva duradera con tu hijo, que te permita ayudarlo a tener éxito.

 

Entonces debes tener claro que las habilidades y el conocimiento no son el problema real. Tu hijo las tiene, el problema es que no las utiliza cuando las requiere.

Por tanto, ¿cómo puedes ayudar a un niño con TDAH con estas dificultades?

 

No gastes tiempo ni energías tratando de enseñarle información y habilidades a las que su cerebro no puede acceder fácilmente y emplear en el momento que las necesita.  En cambio, modifica el punto de rendimiento para ayudarlo a mostrar lo que sabe.

 

El punto de rendimiento es ese lugar en el entorno natural donde debe utilizar ese conocimiento o conjunto de habilidades.

 

Cuando se trata de ayudar a tu hijo a superar sus dificultades con la memoria de trabajo, la solución es sencilla, descarga la memoria de trabajo y hazla física. 


Piensa en lo que tu hijo necesita saber o recordar cuando se trata de realizar una tarea o asignación en particular.  Y ten en cuenta que tu hijo no puede recordarlo y recordarlo mientras trabaja en la tarea que tiene entre manos.


Transfiere esa información a un lugar visible.  En lugar de exigir que tu hijo recuerde esa información y la tenga en cuenta, transfiere la información importante a una hoja de papel, ponla en notas adhesivas, carteles, dibujos, cuadros, etc.

 

Intenta escribir listas breves y sencillas sobre las tareas domésticas, las reglas de casa y cualquier otra cosa que desees que recuerde cuando esté solo.  Por ejemplo:  Pon los pasos para lavarse los dientes en el espejo del baño.  Pon la rutina de preparación para la escuela en la puerta de su cuarto o de su closet.

 

Otra estrategia que puede reforzar la memoria de trabajo es fomentar el diálogo interno en voz alta.  Durante una tarea enséñale que hable en voz alta consigo mismo durante la tarea sobre lo que se supone debe hacer. El diálogo interno funciona para los niños mayores de 5 años.

 

Otro recurso que puede utilizar son los teléfonos inteligentes, tienen aplicaciones como Calendario y Recordatorios que también pueden servir para este propósito.

 

FINALMENTE, ¡No exagere con los recordatorios!  No abrumes a tu hijo con muchas notas y recordatorios en lugares donde no las necesita.  Los recursos que está utilizando deben incluir solo la información suficiente para recordarle al niño lo que ya sabe que tiene que hacer.

 

Para obtener más ayuda en la creación de listas de tareas y otros recordatorios para niños, simplemente busca en Google "listas de tareas para niños" y aparecerán muchos sitios web que ofrecen varias listas y gráficos por edad. 


María Elena Huamán

 

--------------------------------

Referencia Bibliográfica:

Barkley, R. (2021). 12 Principles for raising a child with ADHD. The Guilford Press. New York. London. 

18 visualizaciones0 comentarios

Comments


bottom of page